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La tragedia de la familia Gómez Trejo es la tragedia de México

La tragedia de la familia Gómez Trejo es la tragedia de México
La tragedia de la familia Gómez Trejo es la tragedia de México

El caso de la familia Gómez Trejo es el caso de miles de familias mexicanas. De esas familias que terminan normalizando los presuntos vínculos de algunos de sus integrantes con crímenes o con el crimen organizado.

Es el mismo caso de la familia Castro en Sinaloa, de Gail Castro y sus hermanos influencers encabezados por Makitos Toys. Esa familia desarrolló toda una maquinaria de lavado de dinero y de operación de negocios que les permitieron cambiar radicalmente su estilo de vida.

Lujos que nunca imaginaron, viajes, excesos y una vida a la que era imposible de acceder.

Hoy, la familia Gómez Trejo vive el dolor que vivió la familia Castro, tras la pérdida de uno de sus integrantes.

¿Valía la pena realmente involucrarse con este mundo?

Hoy, Tania N y Alfredo N lloran desde la cárcel a la gemela de Tania, Maribel N.

A Maribel la asesinaron la noche de ayer en la Colonia Alseseca.

Un motosicario se acercó a Maribel y le obsequió, al menos, 8 balazos con los que le quitó la vida.

Los Gómez Trejo deben vivir en la zona de la Colonia Alseseca.

Lo supongo porque, al menos en un par de ocasiones, Tania me dio cerrones sobre la calle Artículo 24, paralela a la 30 sur, calle en la que mataron a su hermana.

Seguramente ubicarán la zona porque hay fábricas de dulces típicos, es cerca del Parque Ecológico.

Obvio que Tania no sabía que yo era la conductora del auto al que ella se le cerraba agresivamente en un Volkswagen Vento Rojo.

También estoy segura de que yo no era la única a la que le cortaba el paso.

La manera de conducir me parece una de las muchas maneras más evidentes de demostrar lo que vivimos en casa.

Podría contarles de una familia que conocí en la que todos, padres e hijas, manejaban violentamente y vivían gritándole a los demás conductores. Mejor no… me voy a alargar mucho y me hace revivir momentos que me generaban ansiedad.

Volviendo al punto, sin conocer a los Gómez Trejo, más que a Tania, con quien jamás quise tener mayor relación que la derivada de un saludo y el intercambio de un par de palabras, podría decirles que creo fueron víctimas de violencia durante su crianza.

Creo que eso es lo que los habría llevado a normalizar la violencia fuera de su núcleo.

En realidad no tengo que apostarlo, hay un estudio publicado por el Banco Interamericano de Desarrollo al que hice referencia en la nota titulada: La violencia contra la niñez en México, ¿feliz día del niño?

En esta nota puntualicé:

“Los resultados de esas encuestas (del BID) refrieren que existe una relación de la violencia ejercida sobre niñas, niños y adolescentes, en su vida adulta, sobre todo en la propensión a convertirse en personas agresoras”.

No es casualidad lo que sucede con la familia Gómez Trejo ni con miles de familias mexicanas.

Es producto de la complicidad intergeneracional en las familias.

Una familia de abusadores sexuales y violadores, como la familia de la que provengo, normaliza el abuso sexual. Hace a los suyos víctimas y victimarios a fin de insertarlos en un círculo de complicidades que les permita perpetuar sus perversiones por generaciones.

Por eso dice mi sicóloga que mi historia podría inspirar el guión de una película… tal vez… algún día.

Pero, ¿cómo se detiene la complicidad intergeneracional?

Haciendo lo que yo, denunciando ante las autoridades al agresor, en mi caso, el hermano menor de mi padre.

Acabando con el secretismo y hablando sobre el tema con las personas con las que se comparten coincidencias genéticas —para mí, la mal llamada familia—, a fin de exhibir a los agresores y así tratar de minimizar la posibilidad de que continúen las prácticas.

Y ya si quieren ponerse más radicales, hacen lo que yo y para garantizar la aniquilación de la memoria genética —podrían leer el estudio que realizó Kerry Ressler en la Universidad de Emory para conocer más de ella—, evitan la reproducción a toda cosa a fin de eliminar la posibilidad de que el patrón se repita por una generación más.

Tal vez en la familia Gómez Trejo venía la generación que le pondría fin a la violencia y la complicidad intergeneracional.

Ojalá por los que siguen vivos y libres, suceda.

Ojalá por todos los demás que nos quedamos viviendo y sobreviviendo a los embates de la violencia y la delincuencia, venga la generación de esos agentes de cambio. Esas personas que le ponga fin a los patrones negativos de sus familiares ascendentes a los que han sobrevivido.

De otro modo, los Rodríguez León (la familia de mi padre), los Gómez Trejo, los Castro y todas las familias que viven en medio de estas violencias, continuarán con sus patrones, complicidades y destruyendo al país en el que vivimos.

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Viajero frecuente estrella roja
Itandehui Rodríguez

Itandehui Rodríguez

Poblana, tutora de Monólogos de Ménade, responsable de lo que dice y hace y no de lo que le inventa. Resiliente, en constante reinvención y en una relación.