El 18 de octubre de 2007, la policía detuvo a José Luis Calva Zepeda, conocido como El Caníbal de la Guerrero, en su domicilio de la colonia Guerrero, Ciudad de México. El arresto ocurrió tras la desaparición de su pareja, Alejandra Serrano, reportada el 7 de octubre. Las autoridades hallaron restos humanos en su apartamento, incluyendo carne cocinada y una pierna en un cesto, lo que lo vinculó al homicidio de la joven.
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El caso, que conmocionó a la capital, reveló un perfil perturbador. Calva Zepeda, de 38 años, confesó inicialmente el asesinato de Alejandra y se le relacionó con otras desapariciones. Su muerte en prisión, dos meses después, dejó preguntas abiertas sobre la magnitud de sus crímenes.
El Caníbal de la Guerrero: Hallazgos macabros en el apartamento
Durante el operativo, la policía encontró evidencias escalofriantes en el domicilio de Calva Zepeda. Un cráneo en formol, carne humana en el refrigerador y un tenedor con restos confirmaron el homicidio de Alejandra Serrano. Además, manuscritos de su novela Instintos Caníbales o 12 Días reflejaban fantasías violentas, sugiriendo un patrón de conducta premeditado.
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Por su parte, las autoridades lo vincularon con las desapariciones de dos exnovias en 2005 y 2006. Aunque confesó inicialmente, luego retractó sus declaraciones. Un oficial señaló: “Los restos en su casa no dejaban dudas de su responsabilidad”. La investigación buscaba esclarecer si hubo más víctimas.
Contexto de un asesino en serie
José Luis Calva Zepeda creció en un entorno de pobreza y abuso en la Ciudad de México. Tras la muerte de su padre, enfrentó una infancia marcada por maltratos de su madre y exposición a la delincuencia desde los seis años. Estos factores, según expertos, influyeron en su comportamiento violento.
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Además, su interés por la escritura lo llevó a crear una fachada de intelectualidad. En México, entre 2000 y 2007, se reportaron 1,500 casos de homicidios sin resolver, lo que resalta los desafíos para identificar asesinos en serie. El Caníbal de la Guerrero se convirtió en un caso emblemático por su rareza.
El Caníbal de la Guerrero: Su muerte y el legado del caso
El 11 de diciembre de 2007, Calva Zepeda murió en prisión por un aparente suicidio. La autopsia confirmó asfixia por ahorcamiento, aunque persisten dudas sobre las circunstancias. Una vecina expresó: “Nadie imaginaba que vivía un monstruo entre nosotros”.
Actualmente, el caso sigue generando debate sobre violencia de género y salud mental. Para más detalles sobre El Caníbal de la Guerrero y otros crímenes en México, te invitamos a seguir revisando la información sobre asesinos seriales en nuestro portal. Explora los casos que han marcado la historia criminal del país.
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