En abril de 2025, la Embajada de EE.UU. anunció que los consulados rechazarán visas de turista a solicitantes cuyo propósito principal sea dar a luz en el país para obtener la ciudadanía para sus hijos. Las autoridades consulares consideran el turismo de parto una violación de las leyes migratorias, reforzando una política implementada en 2020. La medida genera debate en México, pues la práctica ha sido muy común durante décadas.
La decisión de EE.UU. busca regular el uso de visas de turista, mientras en redes sociales usuarios discuten sus implicaciones para las familias mexicanas.
Turismo de Parto, las nuevas restricciones
El turismo de parto implica viajar a EE.UU. para dar a luz y asegurar la ciudadanía estadounidense para el bebé bajo el principio de jus soli (derecho de suelo). En un comunicado emitido este 28 de abril de 2025, la Embajada de EE.UU. informó que los oficiales consulares rechazarán solicitudes de visa B-2 si detectan que el propósito principal es el alumbramiento en suelo estadounidense.
“Los solicitantes que intenten usar una visa de turismo para este fin verán su solicitud denegada”, declararon.
La política, formalizada en 2020, otorga a los consulados autoridad para evaluar las intenciones de los solicitantes. En 2019, el Departamento de Estado identificó miles de casos de turismo de parto, principalmente de México, China y Rusia. En México, el turismo de parto es una práctica recurrente, con agencias ofreciendo paquetes que incluyen vuelos, alojamiento y atención médica, según reportes del Departamento de Seguridad Nacional de 2018.
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Las reacciones en México
Algunos apoyan la medida, argumentando que protege el sistema migratorio. Otros la critican, señalando que dificulta el acceso a opciones legales para familias. El turismo de parto sigue siendo un tema sensible en la relación México-EE.UU.
El turismo de parto representa una fracción de los nacimientos en EE.UU. Según el Departamento de Seguridad Nacional, en 2018, aproximadamente el 1% de los nacimientos (unos 40,000 al año) involucraban esta práctica, con costos de entre 5,000 y 20,000 dólares por paquete. En 2023, México recibió 1.2 millones de visas de turista B-2 de EE.UU., según el Departamento de Estado, pero las nuevas restricciones podrían reducir este número.
Los consulados en Tijuana y Ciudad Juárez han intensificado las entrevistas para identificar casos de turismo de parto. Los solicitantes deben presentar pruebas, como itinerarios turísticos o cartas médicas, que demuestren que el viaje no está motivado por el alumbramiento.
El turismo de parto no viola la 14ª Enmienda, que garantiza la ciudadanía por nacimiento, pero el rechazo de visas limita el acceso a esta práctica. En México, el turismo de parto ha sido una alternativa para familias que buscan mejores oportunidades para sus hijos, especialmente ante los problemas del sistema de salud local y la inseguridad.
EE.UU. mantiene su compromiso de regular las visas de turista, mientras México observa un impacto en sus ciudadanos.
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