Un escándalo estalló en la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), se descubre una red de corrupción que involucra a propietarios de gasolineras y gaseras en todo México.

Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) recopiló testimonios que indican que los dueños eran extorsionados para pagar cuotas mensuales que variaban entre 13 mil y 35 mil pesos. Esto se hacía para evitar clausuras y sanciones.

La práctica corrupta se inició bajo la dirección de Ricardo Sheffield Padilla, hoy candidato al Senado, y continuó bajo la gestión de David Aguilar Romero.

Testigos afirman que fotografías obtenidas indican que los sobornos eran entregados a funcionarios de Profeco.

Además, se alega que parte de estos fondos se destinaban al financiamiento de actividades políticas afiliadas a Morena, el partido en el poder.

Funcionarios de Profeco negaron estas acusaciones, pero los testimonios recopilados indican un patrón consistente de visitas de verificación que terminaban en demandas de pagos mensuales para evitar sanciones.

Alrededor de 11 mil negocios fueron extorsionados

A pesar de las denuncias y evidencias presentadas, no se ha informado sobre la inhabilitación de ningún servidor público involucrado.

Profeco y Sheffield negaron rotundamente estas acusaciones, afirmando que no se han realizado requerimientos por parte de la Fiscalía General de la República.

Además mencionan que la Secretaría de la Función Pública no encontró fundamento alguno al investigar sobre el tema. Sin embargo, las pruebas presentadas por MCCI sugieren lo contrario.

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Este escándalo de corrupción en la Profeco no solo mina la confianza en una institución vital para proteger los derechos del consumidor, sino que también cuestiona la integridad y la transparencia de las instituciones gubernamentales en México.

La sociedad exige una investigación exhaustiva y acciones contundentes para erradicar este flagelo de la corrupción que afecta a millones de ciudadanos.

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