Los saludo nuevamente estimados lectores, les deseo un feliz y próspero políticos año 2023,
deseo que sus metas, además de propósitos en lo personal se cumplan,
después de esta pausa navideña en la que lo único que se detuvo fue la rutina del que hacer individual,
pero no la intensa vida política e institucional de nuestro querido país,
ya que a diferencia de años pasados, la clase política nos tuvo al pendiente de su actuar para bien de todos y
para mal de muchos de ellos hasta el último día del 2022
yprimer minuto de este nuevo año, vivimos circunstancias políticas y situaciones institucionales que analizar,
muchos producto de la constante y cada vez más incesante participación ciudadana en la vida pública,
lo cual es de celebrarse, ya que al poder público sea quien sea el que lo encabece, permanentemente se le debe cuestionar,
no dejarle en la comodidad de la libre disposición del poder público por la apatía ciudadana,
situación que ha cambiado para bien y debemos celebrar, podemos decir que cerramos e iniciamos muy bien el año.
El grupo político de la autonombrada cuarta transformación, a nivel federal pensaba irse a una pausa navideña celebrando a tambor batiente,
si bien con un fracaso legislativo más gestado en la Cámara de Diputados, al no poder reformar la constitución y
golpear la autonomía del INE para fortuna de la democracia mexicana fracasaron,
entonces decidieron aprobar un paquete de reformas a las leyes secundarias en materia electoral, que de pleno van en contra de la Constitución
, mismas reformas que con seguridad en la Suprema Corte de Justicia serán desechadas,
por lo que la “victoria” conseguida por los legisladores afines al presidente López Obrador será opacada
cuando se les exhiba a todos los involucrados la falta de oficio legislativo y conocimiento jurídico
al llevar a cabo el trabajo que se les encomendó, que era poner a modo la elección de 2024,
previendo que la administración del Presidente y de la Jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum que es la corcholata destapada,
sigan cosechando fracasos y desgracias con fallidos gobiernos que cada día le quedan a deber más a los ciudadanos y que les complique la elección de 2024,
porque como lo manifestamos en columnas anteriores ellos ya renunciaron a gobernar para que el país o la ciudad de México mejore para todos, ellos están en el poder para pelear elecciones para poder gobernar para ellos.
Sabedores en la 4T que ante la SCJN hay reformas y asuntos pendientes de urgencia para el presidente López Obrador,
pretendieron en este diciembre no solo hacerse con leyes electorales a modo, también tratar de asegurar tener el voto de calidad en la Presidencia de la Corte,
aprovechando el cambio de titular en este poder, el Presidente pretendió imponer a la esposa de su constructor favorito, la aún togada Yasmín Esquivel,
misma que el propuso para integrar la corte, pero en la ecuación de hacerse con el poder judicial, no contaba con la variable de que el pasado alcanzó a Yasmín Esquivel,
resulta que la señora para obtener su título en Derecho, requisito indispensable para ejercer la función jurisdiccional en cualquier nivel,
era producto del plagio de la tesis de un modesto abogado que a la postre resulto ser defensor público y maestro de civismo,
se intentó por todos los medios tapar la verdad, pero como dice aquella frase de James A. Garfield La Verdad los hará libres, pero primero te hará miserable.
Hoy la verdad liberó al abogado de una fallida campaña de desprestigio que se pretendió montar desde el oficialismo
y la señora Esquivel también se ha liberado del encargo Presidencial de someter al poder judicial a los designios de Palacio Nacional, aunque en el caso de la señora Esquivel si vivirá la miseria de saberse señalada,
pero tiene la oportunidad de liberarse de la deshonestidad que ya la acompaña a los ojos de nosotros los ciudadanos,
si decide salir de un puesto para el que al parecer profesionalmente no esta lista para ejercer, ni moralmente para desempeñar en este momento.
Este ultimo caso en la cuestionada vida de los integrantes de la 4T demuestra que el constante escrutinio del periodismo crítico en sinergia a la participación social
en el debate público, es vital para que la vida de las instituciones vayan por el camino que obedezca a la ley y sirva a los ciudadanos,
de aplaudir el trabajo revelador del periodista y escritor Guillermo Sheridan pero también debemos reconocer la justificada indignación social
que ya no acepta la deshonestidad en sus servidores públicos, que evitaron que un personaje tan cuestionable llegara a presidir uno de los poderes de la unión,
también por la pronta reacción de la UNAM que activamente salvaguardó su buen nombre y el de sus egresados tomando cartas en el asunto,
no olvidemos como ciudadanos que la investigación periodística, la participación social y la justa reacción institucional no solo se debe limitar a evitar la concentración del poder de un grupo políticos
o a que este someta la ley a la voluntad de una persona, los ciudadanos tenemos la misión de seguir insistiendo en la máxima transparencia
y que ningún caso quede en el pronto olvido o que se sumerja en la vorágine informativa con la que muchas veces la demagogia pretende escudarse para llegar al olvido de los temas relevantes.
Este año debe ser de consolidación de nuestra vocación por mantener en el escrutinio público los actores políticos, sean estos oficialistas o de la oposición,
la construcción de un mejor país no es cuestión de momentos o personas, es una labor permanente,
como diría el fallecido canciller alemán Konrad Adenauer: Todos vivimos bajo el mismo cielo, pero ninguno tiene el mismo horizonte.
Sigamos fomentando la pluralidad y participación de ideas y acciones en nuestra sociedad, ya que la pluralidad cierra la puerta a la imposición de la polarización social como única forma de interacción social,
la sociedad es de todos, el debate público es de todos, el gobierno es para todos, no para los que lo encabezan o para los que por un momento específico son mayoría,
es entonces que con la acción de expresarnos, someter al escrutinio a cada político y exigir cuentas claras somos el mayor regulador del poder público,
las grandes reformas que consolidan las democracias nacen de los ciudadanos, no de los políticos, no podemos restarnos poder de decisión,
ni creer que la solución esta en el simplismo de la voluntad de una persona, como dirían en mi pueblo: Los políticos y los pañales, se han de revisar a menudo y por los mismos motivos.
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