El 28S es una fecha histórica para la lucha feminista… es el Día de Acción Global por el Acceso al Aborto Legal, Seguro y Gratuito. Dicha iniciativa surgió en el V Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, realizado en 1990 en Argentina, y luego se asumió por redes internacionales y locales de país de Europa, África, Asia y Norteamérica.
En Puebla existe una deuda histórica hacia las mujeres, el Congreso de Puebla, con mayoría morenista, no ha querido hacerle frente a lo que le debe a las mujeres poblanas. Recordemos que en febrero de este año diversas organizaciones (Grupo de Información en Reproducción Elegida, Centro de Análisis, Formación e Iniciativa Social A.C. y, Observatorio de Derechos Sexuales), obtuvieron una resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) contra la regulación del delito de aborto en Puebla.
El aborto no es un capricho, es una necesidad
Primero y ante todo, es importante entender que el aborto es una realidad innegable. No importa cuán restrictivas sean las leyes o cuán condenatorias sean las miradas, las mujeres y personas gestantes han practicado el aborto a lo largo de la historia y lo seguirán haciendo. Las restricciones legales no eliminan la necesidad de abortos, sino que los empujan a la clandestinidad, poniendo en riesgo la vida y la salud de las mujeres.
Debemos comprender que cada caso de aborto es único, y a menudo está vinculado a circunstancias difíciles como embarazos no deseados, riesgos para la salud, violencia sexual o problemas económicos. Las decisiones relacionadas con el aborto son profundamente personales y difíciles, y es esencial que las mujeres tengan opciones seguras y legales disponibles.
El aborto es una realidad que no desaparece por prohibiciones legales. Miles de mujeres y personas gestantes recurren a métodos inseguros y clandestinos, poniendo en riesgo sus vidas y salud. La penalización solo agrava esta situación al empujar a las mujeres hacia la clandestinidad, donde no tienen acceso a procedimientos seguros y supervisados por profesionales de la salud.
¿Qué implica la despenalización del aborto?
La despenalización del aborto implica mucho más que simplemente no tener mujeres tras las rejas por esta decisión personal. Significa reconocer que las mujeres tienen la capacidad y el derecho de tomar decisiones autónomas sobre su propio cuerpo y su vida reproductiva. Es reconocer que la maternidad no debe ser impuesta, sino elegida con responsabilidad y en condiciones seguras.
Es importante destacar que un aborto seguro no se limita a un procedimiento hospitalario. La seguridad también se puede garantizar mediante la administración de medicamentos bajo el acompañamiento de profesionales especializados, incluyendo a organizaciones feministas que brinden apoyo y asesoramiento a las mujeres que optan por esta vía. La aspiración manual endouterina (AME) es otro método seguro que puede llevarse a cabo fuera del ámbito hospitalario, siempre que sea realizado por personal capacitado.
En este contexto, es vital la existencia de espacios seguros para discutir abierta y libremente sobre el aborto, sus implicaciones y sus consecuencias. Estos espacios deben estar libres de juicios y estigmatización, fomentando el diálogo y la comprensión mutua. El debate abierto y educado es esencial para generar conciencia sobre la importancia de la despenalización y para derribar mitos y prejuicios que rodean a este tema.
La despenalización del aborto no es un llamado a fomentar el aborto, sino a reconocer la realidad y garantizar que las mujeres tengan acceso a alternativas seguras cuando toman esta difícil decisión. Es una invitación a la empatía, al respeto y a la comprensión de las distintas realidades que enfrentan las mujeres en nuestro país. Es un paso hacia adelante en la lucha por la igualdad de género y la plena autonomía de las mujeres sobre sus cuerpos. También es hora de que la sociedad y nuestros legisladores miren más allá de los estigmas y actúen
La despenalización del aborto es una cuestión de justicia y autonomía
El derecho a decidir sobre el propio cuerpo es un pilar fundamental de la igualdad de género. Negar a las mujeres y personas gestantes el derecho a tomar decisiones informadas sobre su salud y su maternidad es una forma de opresión patriarcal. La autonomía reproductiva es esencial.
La penalización del aborto criminaliza por la tomar decisiones que les conciernen directamente. Esto conduce a situaciones inhumanas en las que mujeres son encarceladas por buscar atención médica o por enfrentar circunstancias extremadamente difíciles. No deberíamos olvidar que la cárcel no es una respuesta justa ni adecuada para las mujeres que buscan ayuda en momentos de crisis.
Espacios seguros para el debate y la educación
Para avanzar hacia una sociedad más comprensiva y justa en relación con el aborto, debemos crear espacios seguros para el debate y la educación. Debemos fomentar un diálogo abierto y respetuoso sobre el tema, donde se escuchen las voces de las mujeres y se combata la desinformación.
Es fundamental reconocer que un aborto seguro no siempre implica una intervención médica en un hospital. Los métodos seguros incluyen la administración de medicamentos, y es importante que las mujeres tengan acceso a información precisa y apoyo para tomar decisiones informadas sobre su salud.
Hablar sobre la despenalización del aborto no es promover su práctica, sino reconocer la realidad de las mujeres y sus derechos fundamentales. Es un llamado a la justicia, la igualdad y la autonomía. Es una invitación a la sociedad y a nuestros legisladores a tomar decisiones basadas en la empatía, la comprensión y el respeto por los derechos humanos. La lucha por un aborto legal, seguro y gratuito es una lucha por la igualdad de género. Por un mundo en el que todas las mujeres puedan ejercer plenamente su autonomía y vivir vidas saludables y dignas.
No voy a mentirles, las mujeres seguiremos abortando, las mujeres seguiremos acompañando abortos, el hecho radica en las condiciones en las que lo hagamos. Las mujeres que no quieran abortar, seguirán teniendo hijxs.
El debate va más allá de su dicotomía de “está bien o mal”… ojalá dejen su moral y sus creencias a un lado. Para comprenderlo para crear lugares más seguros para mujeres y personas gestantes que han tomado la decisión de abortar.
