¡Qué onda gente! Me presento, mi nombre es David Arreortua. Ya desde hace un tiempo tenía la intención e inquietud de comenzar esta columna, pero por x o por y lo había postpuesto, sin embargo hoy el tema de Norma Lizbeth ha tocado fibras bastante sensibles en mí y en miles de personas.
Es por eso por lo que he decidido que hoy sería el día para comenzar mi columna “Más allá de …”, en la que hablaré de temas que considero son solo el punto de partida de problemáticas que como sociedad necesitamos visibilizar para poder trabajar en ellas.
Es triste pensar que en pleno siglo XXI aún sigamos teniendo problemas relacionados con la violencia escolar. Norma Lizbeth, una estudiante de secundaria de 13 años en Teotihuacán, Estado de México, murió por un traumatismo craneoencefálico después de ser golpeada con una piedra durante una pelea fuera de la Secundaria Oficial 0518 Anexa a la Normal; la joven que la golpeó fue grabada burlándose de Norma Lizbeth mientras ella estaba en el suelo, las imágenes son bastantes fuertes y por respeto a la victima he decidido no compartirlas en esta columna.
Lo más indignante y lo que me hace sentir rabia del video es escuchar como sus compañeros se reían de la situación y sobre todo no hacían nada por detener la pelea. Es más, aconsejaban a la agresora en como golpearla, Norma Lizbeth murió el 13 de marzo, cualquiera que conozca este caso, no puede no sentir indignación.
Manifestación Fuera de la Secundaria:
Más de uno luego de conocer este caso se ha preguntado ¿Dónde estaban los maestros? ¿Dónde estaba la directora del plantel? ¿Qué calidad de formación están teniendo los alumnos de esta escuela sobre temas de discriminación y violencia? ¿Este será el primer caso dentro de esta secundaría? ¿Cuántos casos más habrá?¿Estamos educando en valores como la empatía y la tolerancia?
El caso de Norma Lizbeth es una triste muestra de cómo la violencia escolar puede tener consecuencias irreparables. La pérdida de una vida joven y llena de sueños es una tragedia que nos debe hacer reflexionar y espero que este caso sirva como un llamado de atención para tomar medidas más efectivas en la prevención de la violencia escolar.
Si tienes a tu cargo algún menor que asita a la escuela, toma en cuenta los siguientes puntos:
- Comienza por hablar con tu hijo, hija o hije y preguntarle sobre su día a día en la escuela. Es importante escucharlo y prestar atención a cualquier indicio que pueda sugerir que está siendo víctima de acoso escolar.
- Crea un ambiente de confianza en el hogar para que tu hijo, hija o hije se sienta cómodo hablando contigo sobre sus problemas.
- No minimices su experiencia. Aunque el bullying puede parecer un problema menor, para los niños que lo sufren, puede ser una experiencia muy dolorosa y traumática. No restes importancia a sus experiencias.
- Si sospechas que tu pequeña, pequeño o pequeñe está siendo víctima de acoso escolar, habla con el maestro. Asegúrate de que la escuela tome medidas para detener el acoso y proteger a tu hijo.
- Anima a tu hijo, hija o hije a denunciar el acoso escolar. Es importante que sepa que no está solo y que puede recibir ayuda.
Me voy a detener en este último punto, denunciar el acoso es clave para detenerlo, pero muchos niños tienen miedo de hablar. Debemos enseñarles que denunciar no es ser soplón, sino valiente. Es importante que los niños y jóvenes entiendan que si observan violencia entre sus compañeros, deben denunciarlo.
Si deciden quedarse callados, están permitiendo que continúe el acoso y, en cierta forma, se convierten en cómplices. Incentivar la cultura de la denuncia es fundamental para combatir el acoso escolar y crear un ambiente escolar seguro y libre de violencia. Los estudiantes deben saber que denunciar el acoso no es un acto de traición o debilidad, sino un acto valiente que puede ayudar a proteger a otros de situaciones similares.
Esto va para nuestras autoridades que deben tomar medidas más estrictas y efectivas. Esto incluye implementar políticas públicas que promuevan un ambiente escolar seguro y saludable, con protocolos claros y accesibles para reportar y abordar casos de acoso escolar.
Además, es necesario destinar recursos adecuados para la capacitación de docentes y personal escolar en la prevención y manejo del bullying, así como para programas de educación socioemocional que fomenten la empatía y el respeto hacia los demás. Solo así se podrá garantizar una educación libre de violencia y un futuro más justo y pacífico para todos.
No podemos seguir ignorando este problema y esperando que desaparezca por sí solo. Debemos tomar acción y trabajar juntos para crear un ambiente seguro y libre de violencia en nuestras escuelas.
