Pues así, así como lo leen. Hay un candidato a magistrado que hace campaña con el caso de Mario N, mejor conocido como el gober precioso.
¿Y cómo podríamos culparlo?
Si del cielo te caen limones, pues… haces limonada.
Y como el candidato a magistrado en cuestión no tiene el cuerpazo de la candidata a jueza de Chihuahua que se hizo viral al inicio de la campaña. Además y por desgracia, se ve que tiene la gracia de un limonero. Considerando esas dos variables, no tenía de otra más que aprovechar que es el magistrado que conoce y resuelve del caso de Mario N en Cancún.
@magistrado.larios ¿Venderías tu justicia? Un ciudadano lo intentó. Pero Iván Larios no negocia principios. Rechazó la corrupción. Y fue parte del tribunal que revocó el beneficio a un exgobernador acusado de tortura. Aquí no se compra justicia. Aquí se defiende. #justiciapenal #sistemajudicial #ivanlarios #Cancun #justicia ♬ original sound – Magistrado Larios
No, la verdad es que acostumbrada a la maldad humana, estoy pensando mal, dejen les cuento cómo ocurrieron en realidad las cosas.
El abogado y juzgador que aspira a ganar la elección para conservar su posición. Ante esa circunstancia, nunca hizo una revisión de los expedientes a su cargo. Y no, no decidió por la relevancia del presunto responsable de la tortura a Lydia Chaco, que esa sería la bandera de su campaña, sino por suerte.
El juzgador procedió a aventar los expedientes a su cargo sobre un escritorio y tomó uno al azar.
Uno pequeñito.
Y… ¡oh, sorpresa! Era el de cierto exgobernador poblano conocido como el gober precioso.
Así son de cochinas las casualidades.
Luego, como la diosa Fortuna dictó el destino, entonces él empezó a conceder entrevistas y crear contenido para dar detalles y su versión del asunto.
@magistrado.larios Una activista. Una periodista. Una mujer que denunció una red de pederastia en su libro Los demonios del Edén. Hoy, su caso fue resuelto por el Tribunal Colegiado de Apelación en Cancún. No fue un caso común. Fue uno que exige sensibilidad, firmeza y compromiso con la justicia. Y eso es lo que hicimos.
♬ original sound – Magistrado Larios
Por ejemplo, la razón por la que regresó a Mario N a la prisión en Cancún. Pues es sencillo, se convirtió en un reo de alta peligrosidad y debían regresarlo al fresco bote, en lugar de mantenerlo en su casa como medida cautelar.
Y… seguro tiene razón. No dudo ni un segundo que el liderazgo del político lo haya llevado a convertirse en una suerte de Jason Statam o La Roca, Dwayne Johnson.
Si recuerdan en la película 8 de Rápidos y Furiosos los dos acaban en una prisión y organizan un motín que les permite volver a manejar sus velocísimos autos convertidos.
Aprovecho para reconocer públicamente mi gusto culposo por esta saga y no me importa lo que piensen.
Pausa, si están aburridos, les recomiendo leer: La historia de un toro enamorado de la Luna en la ganadería AA.
Pero volvamos al tema, Mario N. dejó de ser un político para convertirse en el reo peligroso al que casualmente regresaron a la cárcel un par de semanas antes de que iniciara el proceso electoral del Poder Judicial.
Gracioso, pero gracioso de raro, no gracioso de risa.
No les he dicho, el magistrado y candidato en cuestión es Iván Benigno Larios. Se trata de un juzgador en cuyo tribunal no hay favoritismo para nadie, por más poderoso que éste sea… O por lo menos así lo dice en entrevistas. Labora en el Tribunal Colegiado de Apelación de Cancún, Quintana Roo.
Pero pongámonos un poco rigoristas y es que según el Código de Ética del Poder Judicial de la Federación, establece en el artículo 4.9:
“Guarda celosamente el secreto profesional”.
¡Claro! Éste se guarda hasta que se pueda capitalizar, entonces, sí se puede… ¡Al carajo con el Código!
Por cierto, ¿a poco no se les antoja cómo come? Un jitomate entero, una pierna de pollo rostizado con salsita Valentina, de la que no pica y dos panes integrales. Y para maridar, juguito de arándano y su cervezona…
@magistrado.larios Respuesta a @user3377685631477 ♬ Moonlight Landscape – Alboom, Basile Renard, Thomas Pironneau
¡Eso Tilín, come Tilín…!
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