Estamos de acuerdo en que nunca vimos ni vivimos una situación tan grave de inseguridad como la que hay actualmente en Puebla. Estamos de acuerdo en que necesitamos a los mejores para que las cosas se arreglen y luego de leer una nota de El Popular, acertádamente dirigido por Carolina Fernández, me pregunto, si lo teníamos en el Gobierno de Puebla, ¿por qué lo dejamos ir?
¿Han escuchado la canción de Mijares? Si me tenías.
Si no les han “puesto el cuerno”, no entenderán la profundidad del tema, pero si sí, como a mí, si les arrancaron el corazón como a Bart en la casita del árbol y lo lanzaron duro contra el muro, como a mí, saben de lo que hablo.
Lo bueno es que solo pasó una vez y de ahí, me convertí en un alma libre como el viento y peligrosa como el mar, pero esa es otra canción.
Esa canción de Mirajes es una oda al valor que se transforma desde el dolor de una traición.
¿A poco no?
Supongo que en unos días eso sucederá con el doctor Juan Luis Galán Ruiz a quién le pidieron la renunca de la Comisión de Búsqueda de Personas, sin que hubiera lógica en este movimiento.
Un día de estos, Galán nos va a cantar:
Quisiera verte una vez más
Para decirte
Que un todavía
No tiene caso
Si me tenías
El Popular retrata al funcionario como uno de los más preparados en materia de seguridad que ha pisado Puebla.
Cuando uno tiene oro molido en las manos, no lo tira a la basura nada más porque le gusta el latón… ¿o sí?
Juan Luis Galán Ruiz, originario de la Ciudad de México y nacido el 3 de julio de 1972, es un profesional con una sólida formación académica y una trayectoria destacada en los ámbitos de la seguridad pública, la investigación criminal y los derechos humanos.
Inició su formación en el Instituto Politécnico Nacional, donde cursó el bachillerato y la carrera de ingeniería en el área de ciencias físico-matemáticas. En 1996 ingresó a la entonces Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México en las áreas de investigación, mientras estudiaba la licenciatura en Derecho en la Universidad Mexicana de Polanco.
Gracias a su desempeño, obtuvo una beca del Ministerio del Interior de España para cursar un año de formación ejecutiva en la Academia del Cuerpo Nacional de Policía en Ávila, además de un diplomado en la Universidad de Salamanca. Su formación continuó con tres maestrías: en Criminología, Derecho Procesal Penal y Derechos Humanos, esta última en la Universidad Iberoamericana de Puebla.
Asimismo, cuenta con tres doctorados: en Derecho Penal, en Ciencias Policiales y Seguridad Pública por la Academia Regional Iniciativa Mérida General Ignacio Zaragoza en Puebla, y en Anticorrupción y Procuración de Justicia por el Centro de Estudios de Posgrado.
En el ámbito institucional, fue nombrado en 2011 director general de la entonces Policía Ministerial de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Puebla y posteriormente titular de la Agencia Estatal de Investigación de la Fiscalía General del Estado, cargo que ocupó hasta marzo de 2020.
Complementa su preparación con diversos diplomados especializados, entre ellos: La Suprema Corte y los Derechos Humanos por la SCJN; Perspectiva de Género y Derechos Humanos por la CNDH; Litigación Oral Penal por el American University Washington College of Law, en Estados Unidos; y Accountability por el Instituto para la Seguridad y la Democracia (INSYDE) y el Centro de Estudios en Seguridad Ciudadana de la Universidad de Chile.
Luego de la larga pero necesaria cita, vuelvo a preguntar, si lo teníamos en el Gobierno de Puebla, ¿por qué lo dejamos ir?
Un hombre con una preparación así, claramente es un buen servidor público, pero en este caso, la única respuesta que encuentro, es que pudo más el compadrazgo que las necesidades de Puebla.
Y si por el perfil creen que su salida es algo menor, todavía falta hablar de su calidad moral. Dicen los que dicen que saben que el exfuncionario, luego de que le pidieran la renuncia, se disculpó con las familias de víctimas de desaparición.
¿La razón?
Porque no pudo encontrar a varios en este tiempo en el cargo, aunque encontró a muchos.
En verdad, no entiendo… Si lo teníamos en el Gobierno de Puebla, ¿por qué lo dejamos ir?
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