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Economía y politiquería

Así operan los bots en redes sociales...
Me he pasado bastantes años insultándote en redes sociales porque alguien me pagaba, ahora que ya no estoy en nómina, quiero contarte cómo lo hacía.

REALIDAD MATA DEMAGOGIA: Regularmente, sobre todo en los llamados
“tiempos electorales” y normalmente sin una base que sustente sus afirmaciones,
políticos poco formados en economía y su relación con la solución de problemas
sociales y estructurales, suelen lanzar promesas a diestra y siniestra, que, de haberse
cumplido al 5%, tan solo, nos tendrían a la par o muy por encima de economías como la
de Estados Unidos, Suecia, Noruega o, la que le gusta al presidente, Dinamarca.
Hay varias razones por las cuales los políticos pueden no cumplir sus promesas
económicas. Una razón podría ser que las condiciones económicas cambian desde el
momento en que se hacen las promesas hasta el momento en que se deben cumplir, lo
que puede hacer que sea difícil cumplir con las metas originales. Otra razón podría ser
que las promesas se basaron en estimaciones inexactas o en un entendimiento
incompleto de la economía. También es posible que los políticos hagan promesas que
son simplemente imposibles de cumplir, ya sea por razones políticas o económicas.
Durante su campaña rumbo a la presidencia, el presidente prometió que gracias a que
terminaría la corrupción -¿se acuerdan del barrido de arriba hacia abajo?- el país tendría
un crecimiento del Producto Interno Bruto de 6 puntos porcentuales anuales. Durante
su primer año de gobierno, prepandémico por cierto, este Producto Interno creció tan
solo el 0.9%, ¡cinco veces menos de lo que se prometió!, ¿acaso la corrupción seguía
en la misma proporción?
Vino la pandemia y sirvió para justificar una horripilante caída de 8.4% del PIB y un
aumento exacerbado de la pobreza y la miseria, a pesar de que otras economías tuvieron
un mejor manejo de la crisis sanitaria y hasta tuvieron crecimiento económico, como
China, curiosamente cuna del coronavirus, o caídas más “suaves”, como Estados
Unidos que solo se constriñó un 2,8%.
A partir de ahí, las vacunas y los controles sanitarios han ayudado a las economías a
recuperarse, casi siempre a mayor escala que la que se da en nuestro país. Nos
recuperamos el 5% (la base era mucho menor) en 2021 y 2.7% en el año que terminó
hace un mes. Solo por mencionar un caso, Nicaragua, con todos sus problemas, cerró
el año con un crecimiento del 5%.
La crisis se acentúo, a nivel mundial, por la absurda y cruel guerra de Putin y por la
escasez de alimentos de ella derivada, aunada a un año poco favorable para la
agricultura mundial y a la inflación que estos fenómenos, más el incremento de los
precios del petróleo, provocaron.
Del análisis de estos factores, más el alza desmesurada de las tasas de interés
primarias, permiten concluir que 2023 será un año recesivo, en términos de ciclo
económico y hace que analistas de todas las tendencias señalen un crecimiento cercano
a cero, con una alta tasa de inflación. Ninguna institución pone a México fuera de esta
órbita.
En contra del sentido común que señalaría enfrentar la realidad, el discurso oficial, en
voz del propio presidente, señala que 2023 será un año de “consolidación económica”,
especialmente porque “ya no hay corrupción” y porque la captación fiscal irá en
aumento (difícil, porque aumenta el desempleo y el cierre de negocios, lo que conlleva
a menos pago de contribuciones).
CORRUPCIÓN NEOLIBERAL Y POPULISTA: Un día sí y otro también, se toca el
tema de la corrupción, el neoliberalismo y los conservadores antitodo, que no son
enemigos, pero sí adversarios a los que hay que apabullar, sobre todo en redes sociales,
pues son la causa de los males pasados, presentes, y futuros. Les recomiendo el libro
“Confesiones de un Bot Ruso”, de reciente publicación, que ayuda a comprender
fácilmente estos conceptos. Lo cierto es que fuera del verbo diario, no parece que se
ataquen las causas verdaderas de la atonía económica, ni se actúe en consecuencia con
un gasto público racional y productivo y con un endeudamiento billonario que se
encarece con el alza de las tasas a nivel mundial, y por (mala) emulación, a nivel nacional
(también hay deuda interna).
Lo que queremos puntualizar es:
Primero. La crisis no se resuelve con declaraciones alegres. No vamos a crecer 3%
este año, ni el próximo, no vamos a recuperar el nivel prepandémico hasta que
retomemos la senda de la producción. Sin remesas o exportaciones automotrices,
tendríamos un crecimiento negativo y un gravísimo problema de consumo para más de
10 millones de familias. Esto no es causado por el neoliberalismo o por los mal llamados
“conservadores”. Hay malas administraciones de izquierda, de centro y de derecha.
Algunas corrigen y otras empeoran por afanes ideológicos que muchos siguen y pocos
comprenden.
Segundo: La recesión económica es un fenómeno complejo y multifacético que no se
puede prevenir completamente. Sin embargo, los gobiernos y los bancos centrales
pueden tomar medidas para mitigar sus efectos y ayudar a impulsar la recuperación.
Estas medidas incluyen políticas fiscales, como el gasto público y los estímulos
fiscales, así como políticas monetarias, como las tasas de interés bajas y los programas
de compra de activos. Sin embargo, es importante tener en cuenta que estas medidas
también pueden tener efectos secundarios no deseados y que no siempre garantizan
una recuperación rápida. Los gobiernos deben de implementar medidas para proteger
el empleo y evitar un aumento del desempleo y diversificar la economía, esto es,
fomentar una economía que no dependa de un solo sector, lo que ayuda a mitigar los
efectos de una recesión en un sector específico.
Esto tampoco es verbo, son acciones en líneas constantes. Preservar la autonomía del
Banco de México y su mandato para controlar la inflación es imprescindible.
Tercero: Como doctrina, se achaca a la corrupción el fracaso del neoliberalismo
(realmente liberalismo clásico), pero no debieran de ser conceptos inherentes: Tanto el
neoliberalismo como el populismo pueden ser afectados por la corrupción. El
neoliberalismo es una ideología económica y política que promueve la libertad
económica, la reducción del papel del estado y la competencia libre. Sin embargo, si no
se tienen en cuenta medidas para evitar la corrupción, el neoliberalismo puede favorecer
a ciertos individuos o empresas en detrimento de otros, lo cual puede llevar a prácticas
corruptas.
Por otro lado, el populismo es un movimiento político que se basa en la emoción y el
apoyo popular, y a menudo promueve políticas económicas que buscan proteger a los
ciudadanos de los efectos negativos del mercado. Sin embargo, los líderes populistas
pueden aprovechar este apoyo para perpetuar su poder y enriquecerse a expensas de
los ciudadanos, lo cual también puede ser considerado como corrupción.
El problema no es el esquema, son las personas, quizá por eso cambian de partido como
de camisa, ambos movimientos económicos pueden ser afectados por la corrupción si
no se toman medidas adecuadas para prevenirla y combatirla. El barrido debe, entonces
empezar por la casa, perdón el palacio, propio.
DE FONDO: A propósito de organismos cono el INE, el INAI y el propio banco de
México, antes de menoscabarlos, hay que entender que, en una verdadera democracia
Los organismos autónomos son instituciones independientes del poder ejecutivo que
tienen una función específica y son responsables de llevar a cabo ciertas tareas
específicas. Estos organismos se crean con el objetivo de asegurar que determinadas
funciones se realicen de manera eficiente y objetiva, sin ser influenciados por intereses
políticos. ¿No se está actuando en contrario sensu?
DE FORMA: A pesar de un crecimiento del 2.9% de su economía, importante si
consideramos que la base del PIB es de 25 billones de dólares) y de que contuvieron la
inflación en solo 5%, las autoridades monetarias de los Estados Unidos insisten en que
no se podrá evitar la recesión. En México el crecimiento fue de tan solo 2.7%, sobre un
PIB de 1,3 billones de dólares, y la inflación “oficial” llegó a 7.8%. El índice Big-Mac de
The Economist concluye cifras muy superiores. A pesar de esto, el presidente promete
un año de “consolidación económica”.
DEFORME: Diciembre del 2022 trajo consigo a 912 mil nuevos desempleados en
México, dice el INEGI, también señala que el 54% de las familias no tienen ingresos para
satisfacer las necesidades de una canasta básica. Con esto, seguramente se contraerá
el consumo y persistirá la inflación. ¡Benditas remesas de un país “que no ayuda a
América Latina” pero que sostienen a 10 millones de familias a México! Estudiar, ayuda;
denostar, denigra.

Adalberto Füguemann

Adalberto Füguemann

Economista, conferencista y consultor Asociado y Generador de Alianzas Estratégicas para las firmas Taller Especializado de Arquitectura Mexicana, APLA Consultores, STA Consultores y Esfera