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La economía de la verdad… Y la mentira de las encuestas

La economía de la verdad... Y la mentira de las encuestas

La economía de la verdad... Y la mentira de las encuestas

ENCUESTAS A LA VENTA: En 2015, la empresa de investigación de mercados YouGov, una de las de mayor prestigio mundial, fue acusada de publicar encuestas falsas en el Reino Unido durante la campaña electoral general. Se informó que YouGov había inflado los resultados de las encuestas para favorecer al Partido Conservador y subestimar el apoyo para otros partidos políticos. Estas prácticas socavaron la integridad del proceso electoral y manipularon a la opinión pública.

En el 2004, otra prestigiosa empresa encuestadora, ACNielsen fue objeto de controversia en la India. ACNielsen había realizado una encuesta para clasificar las marcas de champú más vendidas en el país, y los resultados mostraban una marca específica en la posición más alta del ranking. Luego se descubrió que los datos de la encuesta habían sido manipulados y que la marca en cuestión había pagado sobornos para que se alteraran los resultados a su favor.

En 1985, preparando el lanzamiento de la llamada “New Coke”, Coca Cola Co. encargó una serie de estudios de investigación de mercado, encuestas y sondeos, incluyendo pruebas de sabor ciego y encuestas de preferencia del consumidor. Los resultados de estas encuestas iniciales indicaron que la mayoría de los participantes preferían el sabor de la New Coke sobre el de la Coca-Cola original.

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Sin embargo, lo que no se reveló inicialmente al público fue que la metodología de las encuestas de sabor ciego se había diseñado para favorecer el sabor más dulce y suave de la New Coke. Hoy y aquí, sería como endulzarte la mente al elector con programas sociales o diciéndote que no hay violencia en el país.

En el caso de la “New Coke”, en lugar de utilizar una muestra representativa de la población, se seleccionaron participantes específicos que tenían más probabilidades de preferir un sabor más dulce, como los consumidores más jóvenes (oh, aquí también pasa esto, estamos requetebién).

Además, las pruebas de sabor ciego se llevaron a cabo en un entorno controlado de laboratorio que no reflejaba necesariamente las condiciones del mundo real en las que se consumen las bebidas gaseosas.

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Como resultado de esta manipulación original en la investigación de mercado, Coca-Cola tomó la decisión de retirar la Coca-Cola original del mercado y reemplazarla por la New Coke. Sin embargo, el lanzamiento de la New Coke fue un fracaso comercial y generó una fuerte reacción negativa por parte de los consumidores (electores aquí) leales a la Coca-Cola original.

Ante la presión pública abrumadora, Coca-Cola se vio obligada a reintroducir la Coca-Cola original como “Coca-Cola Clásica” poco tiempo después del lanzamiento de la New Coke. Lástima que para fines políticos las correcciones sean más difíciles.

Esto casos ilustran cómo la publicación de encuestas falsas puede tener consecuencias negativas para la reputación y credibilidad de una empresa (la encuestadora, por supuesto), así como para el proceso democrático en general (el engaño y la mentira para con el electorado).

Es un recordatorio de la importancia de exigir encuestas con integridad y transparencia, y de la necesidad de una supervisión adecuada para garantizar que se cumplan los estándares éticos y profesionales.

La manipulación de datos en las encuestas de mercado o de preferencia tiene graves repercusiones para la credibilidad de las empresas de investigación y peores para la toma de decisiones de los consumidores, en este caso, los electores. Como resultado, se ha prestado una mayor atención a la ética y la integridad en la investigación de mercado, y se han implementado medidas para prevenir la manipulación de datos y garantizar la fiabilidad de los resultados. Ah, cierto, eso fue en la India, en Estados Unidos y en el Reino Unido. Aquí, por lo visto, no.

¿YA TE ENCUESTARON?

Las encuestas mentirosas, por encargo, han dado lugar a la proliferación de casas encuestadoras “patito” que venden sus sesgos al mejor postor. El punto real es que no hay análisis de las contradicciones y las mentiras que una misma encuesta arroja para dispersar el pensamiento de la opinión pública.

Veamos: Una afamada firma encuestadora publicó en un diario especializado en economía (curiosamente con el mismo Director en la encuestadora que en el diario) que una de las candidatas tenía una ventaja considerable sobre la que ocupaba el segundo lugar (ventaja “inalcanzable”, aullaron sus corifeos).

La encuesta señala que la candidata más “votada” en la encuesta tendría el 58.8% de las preferencias, contra la ocupante del segundo lugar (30.5%). Pero hete aquí que la misma encuesta, en otra de sus secciones señala que solo el 51% de los encuestados querría que el partido de la candidata más favorecida siga en el poder.

Aquí, o la encuesta se hizo en diferentes universos de votantes, y una descalificaría a la otra y requeriría la corrección metodológica correspondiente, o, si los dos apartados se hicieron entre un mismo grupo de votantes, por lo menos el equivalente a 8 puntos porcentuales tiene un problema psicoemocional y racional grave. Lo más grave sería que la encuesta haya salido de una oficina sin encuestadores ni encuestados.

El mismo diario publica, todos los días un “tracking poll” (encuesta con nombre elegante), sobre la aceptación presidencial, lo curioso es que el segmento (superficie) que no acepta la gestión (46.4%) cabría tres veces en el que le dan a la opinión positiva (53.3%). Esto es una “trampa estadística” para dar la impresión de que la aceptación es tres veces mayor que el rechazo. Es pues, una mentira tendenciosa o un “empujón” negativo para la opinión pública que no analiza.

NO LES CREAS, VOTA:

Aunque el Dr. House señala que “todos mienten”, lo cierto es que la verdad, la de Pepe Mújica, la de Mandela, debiera de ser la práctica común en el mundo socioeconómico y no la excepción o un bien moral escaso en la que la han convertido los chapulines convenencieros para socavar a un electorado poco, muy poco, proclive al análisis y, por lo tanto, engañado un sexenio sí y otro… también.

El término “Economía de la Verdad” no es común en el discurso económico convencional, ni siquiera en las aulas universitarias, se refiere a un sistema económico basado en la transparencia y la veracidad en todas las transacciones sociales -como las elecciones- y económicas. En este sentido, una economía de la verdad se debe de basar en la ausencia de fraudes, engaños y prácticas deshonestas.

(Upss, estamos pidiendo imposibles)

Habría que dar un valor económico a la verdad en sí misma, como en el caso de la información veraz y precisa que contribuye al buen funcionamiento de los mercados y las instituciones. Coca Cola lo vivió en carne propia, los electores no se dan cuenta que les mienten sobre el uso de los recursos que aportan y sobre el bienestar que por ello merecen. La economía de la verdad se enfoca en la importancia de la honestidad y la integridad en la divulgación de información trascendente.

La Asociación Mundial para la Investigación de Opinión Pública (WAPOR) es una organización internacional dedicada a promover la práctica ética y profesional de la investigación de opinión pública en todo el mundo. WAPOR publica directrices y estándares para la realización de encuestas y proporciona capacitación y recursos para profesionales del campo, quizá por eso no es requerida por los tomadores de decisiones de nuestro país. No es la única, por cierto.

DE FONDO:

Darrel Huff es un destacadísimo autor que proporciona herramientas para detectar y comprender las deformaciones en encuestas y otros datos su galardonada obra “Cómo mentir con estadísticas” está aunque escrito de manera accesible y con un toque de humor; ofrece una visión fundamental sobre cómo los datos pueden ser y son manipulados para distorsionar la verdad. Es una invitación a los lectores a ser críticos y a cuestionar las afirmaciones basadas en datos, ayudándolos a desarrollar habilidades para detectar y entender las manipulaciones comunes en la presentación de información estadística. El voto cuenta, la encuesta no.

DE FORMA:

¿Por qué no, en lugar de estar tirando dinero de los contribuyentes comprando encuestas a modo a diestra y siniestra, se contrata una sola encuesta, a un organismo serio y con credibilidad y se le asigna esa tarea? La Asociación Americana de Investigación de Mercado (AMA), por ejemplo -hay varias con niveles de ética garantizados- es una organización profesional que establece estándares éticos y de calidad para la investigación de mercado y la realización de encuestas.

Publica el “Código de ética y estándares profesionales” que incluye directrices para la realización de encuestas y la divulgación de resultado, Código que, desde luego es ajeno a la mayoría de las casas encuestadoras “de oportunidad” y, por supuesto, a quienes las contratan.

DEFORME:

¿Hubo respuestas de VERDAD en el debate de anoche o solo se ignoraron las preguntas de fondo y se repitieron promesas de hace 6, 12, 18, 24… años? ¿Por qué la tecnología avanza a la misma velocidad que los políticos retroceden y se enriquecen? ¿Será porque es más importante ir a ver a Alejandro Fernández a la feria que analizar como el país se desmorona?

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