¿Cómo empezó a celebrarse el día del gato?
Los gatos se encuentran entre los animales más queridos y populares en todo el mundo.
Son animales que han vivido desde hace miles de años con los humanos y forman parte de nuestras vidas en prácticamente todo el mundo. Los michis son independientes, curiosos y cariñosos, y se han ganado un lugar especial en el corazón de muchas personas.
En el Día del Gato, los amantes de los gatos a comparten fotos y videos de sus felinos. También se invita a los humanos a donar a organizaciones benéficas que trabajan en favor de los gatos, y a pasar tiempo de calidad con sus mascotas.
Es una buena fecha para promover la adopción de gatos abandonados o maltratados y concientizar sobre la importancia del cuidado y la protección de los felinos en general.
¿Por qué eran tan importantes los gatos para los egipcios?
Los gatos eran extremadamente importantes en la cultura del antiguo Egipto.
La cultura egipcia consideraba a los gatos como animales sagrados y se les veneraba como dioses. La importancia de los gatos en la cultura egipcia se puede ver en el arte, la literatura y la religión de la época.
Una de las razones por las que los gatos eran tan importantes en Egipto era su habilidad para controlar las plagas de roedores, especialmente en los graneros y almacenes de grano, que eran esenciales para el sustento del pueblo egipcio. Los gatos tenían un gran valor para esa cultura debido a que se son cazadores eficaces de ratones y otros animales pequeños que dañaban los cultivos y los alimentos almacenados.
Además, los gatos la cultura egipcia apreciaba mucho a los gatos, como mascotas y compañeros. Se les consideraba símbolos de buena suerte y fortuna. Los egipcios domesticaban a los gatos y les proporcionaban cuidados y atenciones especiales, como una dieta adecuada y la protección contra depredadores.
La diosa Bastet, que tenía la cabeza de un gato, era una de las deidades más importantes en la mitología egipcia y se asociaba con la protección de los hogares, la fertilidad y la felicidad. La adoración de Bastet generó la creencia de que los gatos eran animales sagrados y se les debía tratar con gran respeto y cuidado. Los gatos se momificaban y se enterraban en tumbas junto a sus dueños. Este es un símbolo inequívoco de la importancia que tenían en la vida de los egipcios.
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