“El Caníbal de Playa del Carmen”, Gumaro de Dios Arias, conmocionó a México con un brutal asesinato y acto de canibalismo en 2004. Este caso, ocurrido en Quintana Roo, destaca por su crudeza y los factores psicológicos que lo rodearon. La historia de Gumaro, marcada por abusos y trastornos mentales, sigue generando interés en medios y redes sociales.
“Háganse a un lado, yo soy el caníbal” les decía Gumaro de Dios a los homicidas de la prisión: “ustedes matan, sí, pero yo me trago al muerto!…”
— Mónica Ramírez Cano (@MonRamirezCano) November 26, 2020
*Gumaro de Dios “El Caníbal de Playa del Carmen” en Almazán: 2014. pic.twitter.com/QcPidmT7TJ
En diciembre de 2004, Gumaro asesinó a su pareja, Raúl González, y consumió partes de su cuerpo tras un altercado. Este artículo detalla los hechos, el contexto y las repercusiones de un caso que responde al qué, quién, cuándo, dónde y por qué de uno de los crímenes más impactantes de México.
Origen de “El Caníbal de Playa del Carmen”: Una vida marcada por el trauma
Primero, Gumaro de Dios Arias nació el 7 de abril de 1978 en Cárdenas, Tabasco. A los siete años, sufrió abuso sexual por parte de un tío, un evento que marcó su vida. A los 18, ingresó al Ejército Mexicano, pero desertó tras apuñalar a un subteniente, según reportes periodísticos. Este incidente lo llevó a una vida errante, agravada por el consumo de drogas.
Además, estudios médicos diagnosticaron a Gumaro con esquizofrenia y paranoia desde los 15 años. En 2000, fue encarcelado por robo en Tabasco, donde también enfrentó acusaciones de abuso. Tras salir en 2002, se mudó a Quintana Roo, donde El Caníbal de Playa del Carmen comenzaría su trágica trayectoria.
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El crimen que dio origen al apodo de “El Caníbal de Playa del Carmen”
En diciembre de 2004, Gumaro vivía en una palapa cerca de la carretera Chetumal-Playa del Carmen. Ahí, compartía su vida con Raúl González, un joven de 19 años, también desertor militar. El 12 de diciembre, tras consumir alcohol y drogas, discutieron por una deuda de 500 pesos, según confesiones de Gumaro al periodista Alejandro Almazán.
Entonces, Gumaro golpeó a Raúl con un cable, lo ahorcó y lo remató con un bloque de cemento. Posteriormente, desangró y descuartizó el cuerpo, preparando partes como el corazón y los muslos en un caldo. “El Caníbal de Playa del Carmen” fue detenido el 14 de diciembre, tras ser encontrado dormido junto a los restos.
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Reclusión y muerte: Un final trágico
Tras su detención, Gumaro fue recluido en la cárcel de Playa del Carmen. Su comportamiento errático, incluyendo un episodio donde se cortó y consumió parte de su oreja, alarmó a las autoridades. En 2007, lo trasladaron a un centro psicológico en Cuautla, Morelos, tras confirmarse su esquizofrenia paranoide, según registros médicos citados por Almazán.
En 2008, debido a complicaciones por SIDA, regresó al CERESO de Chetumal. El Caníbal de Playa del Carmen falleció el 11 de septiembre de 2012 en el Hospital General de Chetumal por problemas pulmonares. Su cuerpo fue trasladado a Tabasco, donde su familia lo sepultó en su lugar de origen.
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Impacto cultural y mediático del caso
Por su parte, el caso de “El Caníbal de Playa del Carmen” generó revuelo en México. Más de 60,000 publicaciones en línea han abordado su historia, según datos periodísticos. En 2022, Podimo lanzó un podcast narrado por Humberto Busto, dirigido por Alejandro Almazán, que explora los aspectos psicológicos del caso.
Asimismo, Almazán, quien entrevistó a Gumaro en prisión, destacó su infancia traumática y trastornos como factores clave, sin justificar sus actos. “Si no es con ficción, ¿cómo acercarse a esta realidad?”, dijo Almazán en el podcast. El Caníbal de Playa del Carmen sigue siendo un tema de fascinación y debate.
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En resumen, “El Caníbal de Playa del Carmen” representa un caso único en la criminología mexicana. Su vida, marcada por abusos, trastornos mentales y adicciones, culminó en un crimen que aún resuena. Los hechos de 2004, documentados por periodistas como Almazán, muestran la complejidad de la violencia extrema.
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