Cada 15 de febrero, la comunidad mundial en torno al cáncer pediátrico conmemora el Día Internacional de la lucha contra el Cáncer Infantil. Esto medinte una campaña colaborativa para crear conciencia sobre el cáncer infantil.

Adempas pretende expresar el apoyo a los niños y adolescentes con cáncer, a los supervivientes y a sus familias.

Cáncer infantil en América y en el mundo

Lamentablemente el cáncer es una de las principales causas de muerte de niños y adolescentes en todo el mundo.

Cada año, más de 400.000 niños son diagnosticados con cáncer en el planeta.

En la Región de las Américas, se estima que hubo 32.065 nuevos casos de cáncer en 2020 en niños de 0 a 14 años; de ellos, 20.855 casos ocurrieron en países de América Latina y el Caribe.

Una tercera parte de esos pequeños, pierde la vida debido a diversas causas, comenzando por el diagnóstico tardío y la falta de recursos para su atención.

La gran mayoría de los niños con cáncer viven en países de ingresos bajos y medianos (PIBM), donde enfrentan inequidades inaceptables en aspectos como la detección temprana, el diagnóstico y el acceso a tratamientos de calidad y cuidados paliativos.

El cáncer infantil en México, un problema multifactorial

Los casos de cáncer entre los 0 y 18 años han aumentando mundialmente en forma muy significativa, sobre todo en los países de ingresos medios y bajos.

Se trata de un problema multifactorial. Algunas de las principales causas que repercuten en las bajas tasas de supervivencia de niñas, niños y adolescentes con cáncer en países como México, son: la incapacidad para tener un diagnóstico preciso y oportuno, poco o nulo acceso a los tratamientos, abandono del tratamiento, defunciones por toxicidad y exceso de recidivas, entre otras.

Antes de los años 80 eran pocas las instituciones públicas nacionales que en forma multidisciplinaria podían atender al infante con cáncer.

Fue hasta los años 90 que los gobiernos estatales y federales empezaron a desarrollar un sistema de atención integral para estos pequeños, sin embargo, el equipamiento de las instituciones ha sido, a lo largo de los años, lento y económicamente muy de cumplir, tanto en infraestructura técnica como humana.

La mayor parte de la población afectada por esta enfermedad, recibe atención de parte de la Secretaría de Salud, con hospitales estatales, federales aunados a universitarios y descentralizados que constituían, hasta el año 2018, un total de 60 instituciones acreditadas para el manejo integral del niño con cáncer y que en un momento llegaron a incluir en algunos Estados, más de un nosocomio.

A pesar de este esfuerzo, muchas instituciones no cuentan con servicios de radioterapia, de neurocirugía y solo son muy pocas instituciones que poseen una unidad de trasplante de células progenitoras.

Desafortunadamente, en la actualidad, son solo 31 los hospitales acreditados para la atención de infantes con cáncer.

¿Cuál es el tipo de cáncer más común en México?

Actualmente las leucemias agudas representan el 50% de todos los padecimientos malignos entre 0 y 18 años. Paradójicamente, aún estando lejos de ser un país de altos recursos económicos, nuestra incidencia es semejante a la de los EE.UU.

El problema del cáncer infantil en México reviste características no únicamente epidemiológicas o financieras: la carencia de enfermeras y médicos especializados en la materia, la falta de instituciones hospitalarias de tercer nivel, y el muy importante déficit de abastecimiento de medicamentos oncológicos condicionan tasas de mortalidad de 5.4/100,000/año (2021).

Dichas tasas están muy por arriba de las de varios países del continente americano, como Colombia, Chile, Argentina, Puerto Rico, Costa Rica, EE.UU. y Canadá.

El cáncer infantil en Puebla

En el caso de Puebla, el tipo de cáncer más común entre menores de edad es la leucemia linfoblástica aguda (LLA), misma que padece cerca del 48.02% de la población que tiene esa enfermedad.

La incidencia de la LLA en el Estado de Puebla varía desde el 6.4% en la región de Atlixco) hasta el 69.1% en la Angelópolis y las Cholulas, esto de acuerdo con datos de la Sociedad Mexicana de Oncología (SMO).

Entre otros tipos de cáncer que padecen los pequeño poblanos, se encuentran tumores germinales, leucemia mieloblástica aguda y linfoma de Hodgkin.

En el caso de la región de Tehuacán y la Sierra negra, la SMO detectó ya un comportamiento anormal en la incidencia de los tumores del sistema nervioso central (astrocitomas, meduloblastomas y ependimomas anaplásicos), ya que estos ocupan el segundo
lugar en incidencia (1.3%) de las neoplasias de esa región, con un total de 7.4% de los niños con cáncer de esta región.
Por otro lado, en la región del Valle de Atlixco y Matamoros no se han detectado casos de niños con tumores del sistema nervioso central.

¿Quieres ayudar a los pequeños con cáncer en Puebla? Aquí te decimos cómo.

Fundación MADAI trabajando en favor de los niños con cáncer y sus familias
Desde 2010, Fundación MADAI trabaja incanzablemente apoyando a niñas, niños y adolescentes con cáncer y a sus familias.

Una de las maneras es hacerlo a través de Fundación MADAI.

Fundación MADAI nació en el año 2010 con la finalidad de apoyar psicológica, emocional e integralmente a pacientes que sufren cáncer y a sus familiares.

Todos los días jueves reparten la cena en el Hospital del Niño Poblano con la finalidad de apoyar a familias de pequeños enfermos de cáncer.

Además todos los sábados acuden al mismo hospital a platicar y a jugar con los niños para ayudarlos a pasar un rato agradable. Su objetivo es inyercarles vida y energía para que sigan luchando en la batalla contra el cáncer.

Los domingos, además, se encargan de una casa hogar llamada Domingo Savio, atrás de la CAPU donde entregan apoyos económicos y llevan desayunos cada semana.

Si quieres apoyarlos, puedes encontrarlos en Calle Chietla 305, en la Colonia La Paz. También puedes localizarlos al teléfono 2226142944, o a través de sus redes sociales:

FB: Madai
Tw: @SoyMadai
Ig: @fundacionmadai

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Itandehui Rodríguez Martínez

Itandehui Rodríguez Martínez

Poblana, tutora de Monólogos de Ménade, responsable de lo que dice y hace y no de lo que le inventa. Resiliente, en constante reinvención y en una relación.