Con un padrón electoral de 4 millones 975 mil 49 poblanos, las generaciones millennials y centennials, que constituyen el 57.24% de los votantes, se perfilan como los árbitros principales en esta contienda.

El próximo 2 de junio, el estado de Puebla será testigo de elecciones clave, donde un sector demográfico emergente jugará un papel determinante en la definición del rumbo político.

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La clasificación por generaciones, que se remonta a casi un siglo, proporciona una visión única del perfil de los electores. Según datos del INE, la distribución por edades y generaciones se presenta de la siguiente manera:

Silenciosa (1928 a 1948):

Representada por aquellos de 76 a 96 años, esta generación, aunque no es posible identificarla exactamente en las estadísticas del INE, sigue siendo un componente significativo en el padrón electoral.

Caracterizados por la revista Time como personas que aún creían en la institución del matrimonio, su impacto puede ser sutil pero no menos relevante.

Baby Boomers (1949 y 1968):

Comprenden el rango de 55 a más de 65 años, abarcando un 25.61% del padrón electoral. Surgidos en el período posterior a la Segunda Guerra Mundial, los Baby Boomers han luchado por derechos civiles y ahora representan un importante bloque de votantes.

Generación X (1969 a 1980):

Con edades entre 55 y 44 años, constituyen el 17.13% del padrón. Caracterizados como más pragmáticos en términos tecnológicos, son pioneros en la adopción de la comunicación digital y otros avances, marcando una transición generacional.

Millennials o Generación Y (1981 y 1994):

Con un impresionante 30.17% del padrón, estos votantes de entre 43 y 30 años han experimentado crisis laborales, cuestionando mandatos sociales y buscando progresar en condiciones desafiantes, siendo más educados pero enfrentando menos oportunidades de avance rápido.

Centennials o Generación Z (1995 a 2010):

Representando el 27.07%, estos jóvenes de entre 29 y 14 años son nativos digitales que desafían modelos laborales y educativos tradicionales.

Con una visión crítica hacia las oportunidades que se les ofrecen, buscan alternativas más alineadas con sus valores y expectativas.

La influencia de los millennials y centennials en Puebla es innegable, ya que juntos constituyen la mayoría del electorado.

Su visión fresca y actitud crítica hacia las estructuras establecidas podrían ser determinantes en la elección de los líderes que guiarán el estado en los próximos años.

Con el poder de su voto, estas generaciones están listas para definir el futuro político de Puebla en las elecciones de 2024.

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