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Ilusión y paradoja… Atole con el dedo

Ilusión económica
La economía atraviesa, a partir de la pandemia, la errática administración de las finanzas públicas y la guerra de Putin, por un período crítico de ILUSIÓN Monetaria Foto: The Economy Journal

DIVINA ILUSIÓN: Dos fenómenos económicos, ambos graves y ambos con atención inmediata requerida, se están presentando paralelamente en las economías del mundo, pero, gracias a una política económica inexistente, en México los sufrimos en mayor medida, sin atrevernos, por ignorancia o por desdén, a cuestionarlos. La economía atraviesa, a partir de la pandemia, la errática administración de las finanzas públicas y la guerra de Putin, por un período crítico de ILUSIÓN Monetaria, lo que nos lleva, en nuestro caso de manera muy clara a vivir (sobrevivir) en la llamada PARADOJA económica.

Ya desde la famosa y superada época de la llamada Gran Depresión, que, hay que recordar, se resolvió con una guerra mundial, economistas renombrados como Irving Fisher y el propio John Maynard Keynes nos describían un ciclo económico semejante al actual y ponían énfasis en dos conceptos: La ilusión monetaria y la paradoja económica.  Según Fisher, la ilusión monetaria ocurre cuando las personas no reconocen plenamente el impacto de la inflación en sus decisiones económicas, lo que puede llevar a errores en la toma de decisiones y distorsiones en la economía, como cuando datos oficiales marcan una inflación del 5% y los mercados se mueven a ritmos de alzas del 30%, o más. Otra vez: ¿Ya fue usted al súper esta semana?

Keynes también aborda la ilusión monetaria. Como ocurre en Venezuela, con incrementos salariales casi diarios (¡excelente!) pero con aumentos de precios superiores (¡deplorable!)  las personas tienden a subvalorar el impacto de la inflación en sus ingresos y apegarse a la ilusión de que su riqueza nominal está aumentando, mientras ignoran el deterioro del poder adquisitivo de su dinero. En el intervalo entre las dos guerras mundiales, los consumidores alemanes acudían a realizar sus compras con carretillas desbordadas de Marcos -su moneda- de casi nulo poder adquisitivo. Venezuela le ha quitado 14 ceros a su Bolívar (¡Pobre Libertador, tan devaluado!), porque no les alcanza ni para las carretillas. A cambio, les prometen una Secretaría de la Felicidad.

 El billete llega a valer menos que su valor intrínseco (lo que cuesta producirlo). Hoy se sustituyen los billetes por monedas metálicas y nosotros felices, no nos damos cuenta del engaño. ¿Ya inauguró usted su alcancía con monedas nuevecitas de a 20 pesos?

La ilusión monetaria se produce cuando las personas confunden el aumento nominal de su dinero con un aumento real en su riqueza. Aunque su saldo en efectivo siga siendo el mismo, o mayor, la inflación erosiona su poder adquisitivo. Esto conduce frecuentemente a un comportamiento irracional en la toma de decisiones financieras. Las personas suelen ignorar el impacto real de la inflación en su patrimonio neto, así como los gobiernos ignoran la verdadera inflación y presumen incrementos salariales, obviamente con menor poder adquisitivo. ¡Ya cambió usted sus remesas de este mes y le dieron menos pesos que el mes pasado? No importa, ¡Tenemos un súper peso!

La ilusión, divina ilusión, afecta también al ahorro, A pesar de que pueden ver un aumento nominal en sus ahorros con el tiempo, la inflación constante hace que su dinero valga menos en términos reales. ¿Ya compró usted su nuevo teléfono inteligente?

Bueno: ¿Alguien se beneficia con la ilusión monetaria? Pues sí, las personas que tuvieron la prudencia de contratar créditos a “tasa fija”. Si un individuo tiene una deuda fija, el aumento nominal en su dinero puede hacer que sea más fácil pagar la deuda en términos reales.

Los inversores también pueden verse afectados por la ilusión monetaria. Pueden creer que están generando rendimientos positivos en función del aumento nominal de su inversión, pero en realidad, si la inflación supera los rendimientos, están perdiendo riqueza en términos reales. ¿Checaron, de casualidad el COSTO REAL del AIFA, de la Refinería Olmeca o del Tren Maya?

La ilusión monetaria tiende a perder fuerza cuando las autoridades monetarias bajan las tasas de interés -las activas y las pasivas- para estimular la economía y hacer que las personas tengan mayor poder adquisitivo. ¿Ya checó la tasa de interés de su impagable tarjeta de crédito?

La ilusión monetaria conduce siempre a un ciclo de inflación y aumento de precios. Cuando las personas sienten que tienen más riqueza debido a un aumento nominal de su dinero, es más probable que gasten más, lo que a su vez puede alimentar la inflación; quizá, solo quizá, por eso no baja el consumo en los Estados Unidos, a pesar de las altas tasas de interés.

Es importante que las personas comprendan la diferencia entre los aumentos nominales y reales en su riqueza. La educación financiera puede desempeñar un papel clave en la toma de decisiones informadas sobre el manejo del dinero y la planificación financiera. ¿Ya tiene usted su “Youtuber” financiero favorito o sigue con el que reporta las hazañas de las hermanitas Kardashian?

En última instancia, la ilusión monetaria, popularmente ignorada y populistamente utilizada, resalta la importancia de evaluar la riqueza y los bienes en términos reales. Comprender el impacto de la inflación y otros factores económicos en la riqueza personal ayuda a las personas a tomar decisiones financieras más acertadas y evitar caer en esta ilusión.

PARADOJA: RIQUEZA Y MISERIA.  Esto nos lleva al segundo concepto, la paradoja de la riqueza. Ésta se produce cuando un recurso es muy abundante y su demanda disminuye, lo que a obliga a los productores a disminuir su oferta.

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Un ejemplo clásico de esta paradoja es el petróleo. Durante décadas, el petróleo ha sido un recurso muy abundante en muchas partes del mundo. Sin embargo, su sobreexplotación y el impacto ambiental asociado han llevado a un creciente interés en fuentes de energía alternativas. A medida que la demanda de petróleo disminuye, los productores enfrentan dificultades económicas (hay que aprender a vivir en la abundancia… ¿recuerdan?)  y la necesidad, no siempre satisfecha, de adaptarse a un mercado cambiante. ¡Ahí te hablan, Venezuela!

La paradoja de la abundancia en economía nos recuerda que el valor de un recurso no solo depende de su disponibilidad, sino también de la demanda y la capacidad de adaptación de los productores. Si no se piensa y actúa rápido (ojo, hay que pensar y actuar) se toman decisiones subóptimas y perjudiciales que lastiman a las economías nacionales. ¿Dónde quedó el azúcar de Cuba?

En las lecciones de la experiencia, ya deberíamos de haber aprendido que la presencia de recursos naturales y la riqueza pueden no necesariamente conducir a un desarrollo sostenible y equitativo.

Ilusión y paradoja coinciden cuando el ciclo económico se encuentra con una moneda sobrevalorada (el ya famoso súper peso), que tiene un tipo de cambio nominal más alto de lo que su valor real debería ser, genera entonces la ilusión de un recurso que nominalmente no existe, lo que conduce a la paradoja de una apariencia de mayor riqueza y poder adquisitivo para aquellos que poseen la moneda (“numerario”, decían los abuelos). ¿Ya checaron la deuda pública?

Si la sobrevaloración de la moneda no se corresponde con fundamentos económicos sólidos, como una economía fuerte o una balanza comercial equilibrada, esto puede conducir a problemas a largo plazo como el aumento de las importaciones y la reducción de las exportaciones, lo que puede llevar a un desequilibrio en la balanza comercial. De acuerdo al último Informe sobre las Finanzas y la Deuda Pública de la Secretaría de Hacienda, esto ya está ocurriendo en México, Los responsables siguen analizando los efectos e ignorando las causas.

Si la moneda se sobrevalora de manera persistente, puede generar presiones inflacionarias a medida que los precios internos se vuelven menos competitivos en comparación con los precios en monedas extranjeras. ¿Ya revisaron nuestra última balanza comercial?

DE FONDO:  Generalmente, la paradoja económica ocurre debido a la ilusión monetaria, donde las personas se enfocan en el aumento nominal de sus ingresos sin tener en cuenta el efecto negativo de la inflación en su poder adquisitivo real. Es una situación en la que los salarios aparentemente aumentan, pero los trabajadores y la población en general no experimentan una mejora real en su calidad de vida o capacidad de compra.

DE FORMA: Hoy, la ilusión monetaria y la paradoja económica se reflejan en los programas sociales. La gente quiere tener recursos monetarios sin trabajar, a esta primera señal del tsunami le siguen la inflación, la escasez y la inexplicable resignación o la explicable indignación. ¿Cuál llegará primero? Hagan sus apuestas, un buen “Parley”.

DEFORME: ¿Por qué los políticos no estudian Economía o integran gabinetes de verdaderos especialistas. Y peor, ¿Por qué no analizan la historia y repiten sus estadios negativos? ¿Por qué las palabras dominan a los hechos?

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Adalberto Füguemann

Adalberto Füguemann

Economista, conferencista y consultor Asociado y Generador de Alianzas Estratégicas para las firmas Taller Especializado de Arquitectura Mexicana, APLA Consultores, STA Consultores y Esfera