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La genética reveló a Jack “el destripador”: Aaron Kominski

La genética reveló a Jack "el destripador"

La genética reveló a Jack "el destripador"

La genética reveló a Jack “el destripador” como Aaron Kominski, un barbero polaco, según una investigación de 2025. El análisis de ADN de un chal hallado junto a Catherine Eddowes, asesinada en 1888, apunta a Kominski como el autor de los crímenes de Whitechapel. Este avance podría cerrar un misterio de 137 años.

Entre agosto y noviembre de 1888, cinco mujeres fueron asesinadas en el distrito londinense de Whitechapel. Los crímenes, atribuidos a Jack “el Destripador”, generaron pánico en la era victoriana. La identidad del asesino fue objeto de especulación durante más de un siglo.

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La genética reveló a Jack “el destripador” a través del ADN de un Chal

Russell Edwards, autor de “Naming Jack the Ripper”, encabezó la investigación. La genética reveló a Jack “el destripador” mediante el análisis de un chal de seda encontrado en Mitre Square, junto al cuerpo de Eddowes. El chal contenía sangre y semen.

Jari Louhelainen, profesor de biología molecular, examinó el ADN mitocondrial del chal. La genética reveló a Jack “el destripador” al vincular el material genético con una descendiente de Kominski. Los resultados se publicaron en el Journal of Forensic Sciences en 2019.

Karen Miller, descendiente de Eddowes, proporcionó ADN para confirmar la conexión con la víctima, según David Miller, de la Universidad de Leeds, quien colaboró en el estudio.

Críticas al análisis señalan que el ADN mitocondrial no identifica a un individuo con certeza absoluta. Sin embargo, la genética reveló a Jack “el destripador” con la evidencia más sólida hasta la fecha, según Edwards.

Contexto y evidencia histórica del Caso de Jack “el Destripador”

Kominski, nacido en Polonia en 1865, emigró a Londres en 1882. Vivía en Whitechapel, un área con 78,000 habitantes en 1888, según registros históricos. La policía lo consideró sospechoso, pero no lo acusó por falta de pruebas.

Un testigo judío identificó a Kominski, pero no declaró, según informes de la época. Kominski fue internado en un manicomio en 1891 y murió en 1919. Un informe policial de 1888 describió su odio hacia las mujeres y tendencias homicidas.

Whitechapel era un distrito de pobreza extrema. En 1888, unas 1,200 mujeres trabajaban como prostitutas en la zona, según estimaciones históricas. Las víctimas, en situación vulnerable, fueron blanco de los asesinatos.

Edwards adquirió el chal en 2007, tras su paso por el Black Museum de Scotland Yard. El análisis genético comenzó en 2012 y tomó siete años. La investigación descartó contaminación significativa del material.

En 2025, Edwards pidió al fiscal general Richard Hermer reabrir el caso. La jueza Nadia Persaud, de East London, expresó disposición para liderar una nueva investigación si se autoriza.

El caso sigue atrayendo interés. En 2019, el Museo de Londres registró 250,000 visitantes a exposiciones sobre el Destripador. Los callejones de Whitechapel permanecen como destino turístico, según guías locales.

La investigación resalta la violencia contra mujeres en la era victoriana. Las víctimas, como Eddowes, enfrentaban condiciones de miseria. Su asesinato en Mitre Square, el 30 de septiembre de 1888, marcó un punto álgido en los crímenes.

La genética reveló a Jack “el destripador” como un paso hacia la justicia histórica. Aunque persisten dudas, el avance científico ofrece una respuesta al enigma que ha fascinado al mundo.

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