El caso del presunto feminicida en Iztacalco, dejó interrogantes sobre la naturaleza de un individuo que aparentemente llevaba una vida tranquila. Desde el seno de su propia familia surgen dudas que buscan comprender lo ocurrido.
En una entrevista exclusiva con Claudia Cortés, hermana de Miguel Ángel “N”, abrió su corazón para compartir sus reflexiones. Con un tono de incredulidad, afirmó que nunca imaginó que su hermano pudiera ser responsable de semejantes atrocidades. Lo describió como una persona tranquila, inteligente y trabajadora, nunca mostró señales de un comportamiento agresivo.
Claudia dijo que ahora que su hermano está en prisión le ha pedido que confiese para dar “paz a las familias” de las mujeres que se dice asesinó. “Se veía calmado, nunca nos imaginamos que fuese un monstruo”, comentó.
“Primos, primas, todo el mundo lo consideraba como una persona trabajadora, inteligente, calmada, que había logrado más cosas, dado que sabía hablar tres idiomas e incluso viajó fuera del país”, agregó.
Revelaciones impactantes desde el círculo familiar reflejan su personalidad tan sanguinaria
Sin embargo, la revelación más impactante fue el relato de la violencia familiar que ella y su hermano sufrieron durante su infancia, una experiencia que podría arrojar luz sobre el oscuro trasfondo familiar del presunto agresor.
En días pasados, el comunicador de nota roja Antonio Nieto dio a conocer que tanto Claudia, como su mamá, habrían permitido el abuso sexual que el papá del presunto feminicida serial cometió en su contra.
“En el fondo la detestaba o no la quería, dice que la mamá y la hermana sabían que lo violaba, y lo consintieron, incluso a veces dejaban solo al papá cuando tomaba, y él sabía lo que venía”, indicó Nieto.
Mientras tanto, la ausencia de la madre del acusado en la entrevista sugiere una profundidad de dolor y conflicto. Su negativa a hablar plantea preguntas sobre su papel en la vida de su hijo y los eventos que llevaron a esta tragedia.
Por otro lado, en una entrevista con MILENIO Televisión, el abogado de la familia de la víctima, Arturo González, compartió sus impresiones sobre el comportamiento del presunto agresor.
González describió la falta de arrepentimiento del acusado y su aparente frialdad como indicativos de posibles problemas mentales.
Sin embargo, a pesar de la evidencia clara que apunta hacia la culpabilidad del acusado, González señaló que se debe respetar su derecho a la presunción de inocencia mientras se espera el resultado de las investigaciones de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México.
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