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La verdad de la economía y la falaz política

La inflación no disminuyó, solo desaceleró su crecimiento
La inflación no disminuyó, solo desaceleró su crecimiento

INFLACIÓN: ¿Baja o disminuye su crecimiento? Las autoridades monetarias y financieras
del país y, desde luego el mitin matutino, presumieron la semana pasada que la inflación
había disminuido del 7.12% al 6.85% durante el mes de marzo recién terminado, en
términos anuales.
La mayoría de los “analistas” (¿dónde estudiaron?) y, desde luego, los panegíricos del
gobierno presumieron la cifra y ocultaron la verdad, como suelen hacerlo. La inflación no
disminuyó, desaceleró su crecimiento. Es como si dijéramos que una persona medía 1.65
m y en un período X aumentó a 1.67 m y después de otro período igual alcanzo 1.68 m.
¿Disminuyó o creció menos? Más aún, sobre la misma base (1.65) creció el 1,19% el primer
período y 1.81% en el segundo lapso.
Si el kilo de tortillas (sin la envoltura con la imagen “fotoshopeada” de Delfina) costaba 20
pesos y subió a 21.42 en la primera quincena de marzo y a 21.60 en la segunda. ¿Dónde
encontramos la disminución de la inflación? Aquí el primer problema es que te engañan
con la métrica. El segundo -más grave- es que el kilo de tortilla subió mucho más.
Hace algunos años, la Universidad Torcuato Di Tella, de Argentina, realizó un estudio al
respecto, pues no checaban las cifras oficiales de la inflación contra las que sufría la
población, simplemente era “datos diferentes”, y señaló que “la inflación es la fiebre de
la economía” y debe de medirse con un termómetro adecuado.
Si a un enfermo se le rompe el termómetro y no tiene acceso inmediato a otro, recurre al
“tanteómetro” y dirá que tiene 38 grados de temperatura, aunque para su esposa sean
“como 40” y el amable vecino diga que está en 41, a punto de convulsionar.
El estudio señala que cada quien utilizó su propio sentido o, quizá, método y, lo que es
peor, le irán recomendando distintas pócimas “mágicas” para sacarlo de tal situación, sin
saber, a ciencia cierta, si lo que realmente tiene es fiebre o si está incubando algo peor.
Algo similar ocurre con el incremento de los precios. Por interés, por conveniencia o por
ignorancia, o por todas estas agravantes juntas, el dato “oficial” se guía por algún valor
de referencia -también casero y elegido al azar- aunque éste en realidad puede no estar
reflejando el verdadero incremento “promedio” de todos los bienes y servicios, pero tiene
una gran utilidad “política”. El común de la gente no analiza las cifras económicas, incluso
las rechaza, porque el gran líder, sin argumentos, pero con contundencia, hizo lo propio.
Aunque debieran de ir de la mano y ser mutuamente incluyentes, la economía y la política
son dos campos diferentes pero estrechamente relacionados. La economía se refiere al
estudio de cómo se asignan los recursos escasos para satisfacer las necesidades y
deseos humanos, mientras que la política se ocupa de cómo se toman las decisiones y se
ejerce el poder en una sociedad. Si la economía falla, simplemente la ignoramos. ¿Alguien
ha analizado el incremento de precios, de deuda, de pobreza, de desempleo, de ingreso,
de migrantes y muchos etcéteras más? Muy pocos, y solo se van como el logotipo de
RCA, con “la voz del amo”.
DIFERENCIAS: Algunas de las mayores diferencias que los usufructuarios del poder
han ampliado entre la economía y la política son:
Objeto de estudio: La economía se centra en el estudio de las fuerzas del mercado y cómo
éstas afectan la producción, distribución y consumo de bienes y servicios. La política, por
otro lado, se enfoca en cómo las decisiones tomadas por los líderes políticos y las
instituciones afectan a la sociedad.
Enfoque: La economía utiliza un enfoque más cuantitativo y matemático para analizar los
fenómenos económicos, mientras que la política utiliza un enfoque más cualitativo y
descriptivo para estudiar los procesos políticos. Y a líderes y seguidores les da flojera lo
“cuantitativo” y terror “lo matemático”.
Perspectiva temporal: La economía se enfoca en el corto y largo plazo, mientras que la
política se enfoca en el largo plazo. Hay que echarle la culpa a alguien, también sin análisis
y prometer un paraíso, para, digamos, dentro de 20 años.
Objetivos: La economía tiene como objetivo maximizar la eficiencia y el bienestar
económico, mientras que la política busca maximizar el bienestar social y político de la
sociedad. Y como no logran hacer coincidir esos objetivos, esencialmente los mismos,
hay que satanizar al que optimiza beneficios y anotarlo como culpable de que otros no lo
hagan.
Enfoque disciplinario: La economía y la política son totalmente interdisciplinarias,
requieren de la sociología, la historia, la ciencia política, etc. Para generar, teorías y
modelos económicos y esquemas de gobierno. Si el modelo económico funciona, la parte
política lo reconoce (Dinamarca, Suecia, Islandia, Noruega); pero si no se utiliza, se
destroza y conviene ocultarlo y cambiarlo ante la gente por divisionismo, odio y
demagogia, su destino será el fracaso.
¿Podemos aplaudir a un modelo como el de Venezuela que ha disminuido su producción
petrolera de 3.1 millones de barriles a 1.1 millones en menos de 20 años y pregona un
éxito económico que se concretará dentro de 20 años? ¿O Cuba que producía 7 millones
de toneladas de azúcar (recuerdo a Celia Cruz) en 1958 y hoy solo produce 1 millón de
toneladas? Cito este ejemplo porque no tiene nada que ver con el bloqueo
norteamericano, poco respetado, por cierto, sino con eficacia, eficiencia y congruencia
internas.
Mientras la economía se centra en el estudio de las fuerzas del mercado y cómo éstas
afectan la producción, distribución y consumo de bienes y servicios, la política se ocupa
de cómo se toman las decisiones y se ejerce el poder en una sociedad para maximizar el
bienestar social y político. Ambos son igual de importantes, claro que como la primera
requiere estudio análisis y sensibilidad, el mal político fabrica su propia profecía cumplida,
con mentiras y demagogia.
DE FONDO: La SHCP acaba de emitir sus predicciones económicas para 2024, en la
misma presentación, incrementó su pronóstico de inflación para este año. Mantiene una
supuesta plataforma de producción petrolera de 1.8 millones de barriles diarios para 2023
y 1.9 millones para 2024. El presidente prometió 2 millones (para consumo interno) para
el 2022; hoy se producen 1.67 millones de barriles. Se les rompió el termómetro. Ni con
chiqueadores bajan la fiebre.
DE FORMA: En los estudios de Walter A. Haas se señala que, muchas veces, los
gobiernos pueden manipular la información y utilizan propaganda para influir en la opinión
pública y obtener apoyo, incluso si sus políticas no son del interés general. Esto puede
incluir la demonización de grupos o individuos, o la promoción de un mensaje que apela
a las emociones en lugar de la lógica. Haas falleció en 1979, pero si volviera a nacer, vería
que acertó y se quedó corto.
DEFORME: Al igual que en 1838 con el petróleo, ahora con la energía eléctrica, se
disfraza una compra de activos y se invoca el sentimiento patrio para decir que es una
“nacionalización”. Expropiación ya no pudo ser, pues se pagaron precios de avalúo (¿con
deuda pública?, los recursos no estaban en el presupuesto). Habrá que ver en 1, 5 y más
años qué pasa con estas 6 plantas. Por lo pronto, a IBEDROLA le fue muy bien. ¿A usted
ya le bajó el recibo de energía eléctrica?

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Adalberto Füguemann

Adalberto Füguemann

Economista, conferencista y consultor Asociado y Generador de Alianzas Estratégicas para las firmas Taller Especializado de Arquitectura Mexicana, APLA Consultores, STA Consultores y Esfera